Thursday, April 20, 2006


"La relación entre los cambios sociales y políticos en
América Latina del siglo XX"

Por: Constanza Zambrano G.

El presente ensayo intenta responder a la interrogante: ¿Existió realmente una relación entre los cambios ocurridos en la estructura social y los cambios producidos a nivel político?. Para esto tomaremos como supuesto básico lo planteado por Manuel Antonio Garretón: “una sociedad determinada se define a partir de la particular configuración de las relaciones entre i) Estado, ii) régimen y partidos políticos, y iii) sociedad civil o base social (...) La mediación institucional entre estos elementos es lo que llamamos el régimen político”[1]. Teniendo en consideración esta afirmación ya podemos determinar, teóricamente y desde una perspectiva sistémica, que un cambio en la base social produce transformaciones en el régimen político, como componente de éste. Sin embargo, aunque en la teoría podría parecer bastante simple, será labor de este ensayo comprobar tal situación a partir de los hechos históricos ocurridos en la primera mitad del siglo XX.

A finales del siglo XIX, ya se hacia sentir un proceso modernizador, caracterizado por la racionalización del trabajo y la sustitución del trabajo manual por el trabajo mecánico. Esta transformaciones en las formas de producción y, por consiguiente, en las relaciones laborales produjo el surgimiento de una nueva clase obrera. Los trabajadores del campo se trasladaron a la ciudad, naciendo un sector obrero vinculado a las industrias y especialmente a la minería y una clase media compuesta principalmente por personas educadas, profesionales y burócratas que vivían en la ciudad.

El nacimiento de estos nuevos estamentos sociales significó una transformación en las relaciones sociales; la oligarquía tradicional vio su predominio social levemente remecido por la aparición de estas nuevas clases, que poco a poco comenzaron a pedir participación en las decisiones políticas del país.

Junto con la situación descrita, cabe destacar la teoría de Antonio Cortés[2], quien propone el nacimiento de una “nueva pequeña burguesía” o “burguesía trabajadora intelectual”, que se diferencia del proletariado y de la pequeña burguesía, “cuyo rasgo básico está constituido por la función intelectual que cumple en el proceso productivo”[3] , lo que le genera –tal como lo dice el autor- una situación de dominantes, en relación con el proletariado debido a su rol dentro del proceso productivo y de dominados, debido a que no son los dueños del capital.

Ahora bien, más allá de las distintas interpretaciones de la nueva realidad latinoamericana y de las distintas clases sociales que surgieron, sin duda que el cambio más significativo a nivel político, fue la transformación sufrida por el sistema de partidos que, hasta ese momento y a grandes rasgos, estaba dominado por los partidos liberal, de una tendencia mas bien laica, y conservador, que defendía los intereses de la iglesia; sin embargo, con el nuevo orden social comenzaron a aparecer distintos movimientos y partidos que representaban a los nuevos sectores sociales. Fue así como surgieron partidos políticos como el radical chileno, el colorado uruguayo, la unión cívica radical argentina, que identificaban básicamente a la clase media de los países mencionados, aunque “la constitución de una alternativa no significaba en si mismo asumir posturas más progresistas o mas modernizantes que las mantenidas de forma tradicional por las oligarquías gobernantes”[4]. Cabe mencionar que algunos de estos partidos aun siguen vigentes como en el caso de Chile y de la Unión Cívica Radical, con una relativa importancia política.

Por otra parte, a partir de la segunda década del siglo XX, comenzaron a nacer los partidos comunistas en Latinoamérica, quienes representaban básicamente al sector obrero y cuya base fueron los movimientos sindicalistas, nacidos a finales del siglo anterior y en las primeras décadas del siglo XX, debido al desarrollo artesanal y manufacturero. Estos partidos eran de corte anti-imperialistas, proponían reformas agrarias y la nacionalización de las actividades productivas. Sin embargo, aunque en cierto momento los PC tuvieron mayor injerencia en la actividad política de los países, como denunciantes de la situación local, los “orígenes exóticos explican el pecado original y esencial del comunismo en América Latina. La nacionalidad extranjera de los fundadores de los partidos comunistas (...) fue un síntoma de la naturaleza congénitamente ajena del marxismo en Latinoamérica[5]

Cabe destacar un caso específico dentro de los nuevos partidos que surgieron en esta época. La Alianza Popular Revolucionaria América es, a nuestro parecer una situación a destacar, ya que armoniza los sectores obrero y medio, proponiendo que este último debía dirigir el cambio a un sistema revolucionario en beneficio de los sectores obreros y campesinos.

Finalmente, si se quiere completar el contexto del cambio político ocurrido durante este periodo, creemos que es necesario mencionar el surgimiento de movimientos populistas, los cuales también estaban dirigidos a los sectores sociales antes mencionados, pero que se caracterizan por “el carácter directo de la relación entre las masas y el líder, la ausencia de mediación de los niveles intermediarios, y también el hecho de que descansa en la espera de una realización rápida de los objetivos prometidos”[6]

A través de esta breve reseña de acontecimientos, podemos observar claramente como las transformaciones ocurridas en la base social, tomando el lenguaje de Manuel Antonio Garretón, a comienzos del siglo XX, provocó cambios políticos, sobre todo en el sistema partidista, naciendo nuevos movimientos y partidos políticos debido a la imperante necesidad de representación de los sectores sociales surgidos, estas mutaciones tendría directa relación con el sistema político social de nuestros días.



[1] Garretón, Manuel Antonio (2002) “La transformación de la acción colectiva en América Latina” en Revista de la CEPAL 76 abril 2002. P. 9

[2] Cortés, Antonio (1989) “El rol político de las clases medias en América Latina” en Juan Carlos Rubistein (comp..) “El estado periférico latinoamericano”, Editorial Eudeba, Buenos Aires, Argentina

[3] ibidem

[4] Malamud, Carlos (1997) “América Latina, siglo XX. La búsqueda de la democracia”, Editorial Síntesis, Madrid, España. P. 51

[5] Castañeda, Jorge (1994) “La utopía desarmada. Intrigas, dilemas y promesas de la izquierda en América Latina” Editorial Espasa Calpe Argentina S.A. / Ariel. P. 31

[6] Hermet, Guy (2003) “El populismo como concepto” en Revista de Ciencia Política Vol. XXIII, Nº1, Instituto de Ciencia Política, Pontificia Universidad Católica, Santiago.

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