Thursday, April 20, 2006

“Transición Concluida, pequeña revisión histórico conceptual”

El derrumbe de los regímenes autoritarios ocurre cuando este ya ha cumplido con las necesidades fundacionales que llevaron a su establecimiento, y por ende deja de ser necesario (o incluso posible), y se produce su derrumbe.
Adam Przeworski

Por: Hernán Felipe Mussa N.

Resumen, el espacio donde coexisten ideas y errores:

Este ensayo nace con la intención de codificar de manera simple e inteligible un proceso que hasta el día de hoy es altamente conflictivo en la sociedad civil de Chile, el tema de la transición democrática desde un gobierno autoritario que violó derechos humanos es abordado acá desde la perspectiva científica y con el intento de abstracción suficiente que debe tener todo investigador que no quiera parecer ni panfletero ni mero lector de noticias, este trabajo es más que una invitación a sopesar simples procesos, es una recorrido egoísta a entender que los proceso pasan por la concientización de los mismos y la real toma de razón de sus niveles de implicancia tanto presentes como futuras, vale decir, la toma de razón de la empírica histórica. Sin embargo para mi el trabajo es doblemente desafiante, ya que su tratamiento a servido para generar reflexiones que por sesgo antes me eran veladas. El desarrollo de este texto fue estructurado de una manera bastante sencilla, no posee grandes aspavientos ni dimensiones históricas, su forma de escritura es la científica y, en él, mi interés fue señalar todo aquello que me parece relevante para entender el fenómeno sin cuidar de posibles filtraciones situación que me parece irrelevante por la cantidad de material que recorre los estantes de las bibliotecas, con un uso bibliográfico moderado pero eminentemente especializado y haciendo gala de los cuatro autores que han tratado el tema de manera más sistemática: Óscar Godoy Arcaya, Manuel Antonio Garretón, Carlos Huneeus y Tomas Moulian.

Este ensayo no se constituye como un gran desafío de lectura, pero si es un desafío para la pluma...

La Transición con los pies descalzos:

Nada en ciencia política perece ser más etéreo que las transiciones, se constituyen como un fenómeno nuevo y de imposible estandarización por lo tanto no es raro percibir el proceso de transición a la democracia vivida por Chile como compleja, de respuesta multivariada y asombrosamente interesante para los estudiosos de la Ciencia política. Sin embargo esto es en el ámbito de lo teórico, pero en lo concreto, este traspaso a sido una piedra en el zapato de la democracia Chilena, situación que parece no haber cambiando sustancialmente. Si bien el proceso de traspaso de fuerzas ha sido ampliamente aplaudido por la derecha chilena participante en él, existe un área de intelectuales más ligada al mundo de la izquierda dura que no trepida en llamar al proceso como un desastre o una trampa “la llamada transición ha operado como un sistema de trueques: la estabilidad, se dijo, tiene que ser comprada por el silencio. Pero creó que se trató de una trampa de la astucia”[1]y de cierta manera funcionó así, a este tema volveremos más adelante pero por ahora nos interesa dejar meridianamente claro los factores que podría construir la idea de estructura democrática, para ello tomare la brillante distinción que realiza Oscar Godoy Arcaya quién señala la existencia de tres requisitos para constituir y realizar un paso efectivo de la transición a) “periodo de realización de condiciones socio-económica necesaria” b) “traslado del poder político soberano (cambio de régimen)” c) “proceso político cultural (...) plena aceptación y despliegue de competencias”[2] es claro que en esta concepción se estructura un sistema con causa-efecto, un requisito el elemento ex-ante, una etapa importantísima de entrega del poder efectivo, pero sólo una constitución formal del proceso, entiéndase esto como la transformación del régimen, y un requisito ex-post constituido por procesos más complejos y lentos, será en estos dos últimos que nos detendremos para realizar el análisis más acabado.

Retomando lo que dejamos inconcluso podríamos señalar que el problema de la transición nace de su origen, para algunos este es un hijo mal concebido sin embargo hoy como antaño la respuesta más acertada parece teñirse con un “en la medida de lo posible” y es que así siempre ha operado el modelo, con una derecha que en esa época se encontraba dividida “ entre quienes aspiran a ser herederos del régimen y quienes quieren formar parte integrante del campo democrático”[3]y una centro izquierda que puede ser percibida con el beneficio del tiempo como un grupo esperando que las respuestas se construyan con el paso del tiempo, lo único que al parecer tenían en claro el centro izquierda, era lo inútil de realizar agitaciones sociales en este contexto se produce la negociación para el retorno a la democracia, la que más que negociación se asume como una imposición del antiguo régimen. Se comienza a parafrasear el término de democracia protegida, y es que al parecer el gobierno de Pinochet tenía en mente a lo menos un par de cosas que pretendía legar, fuera cual fuera el resultado, entre ellas estaba un sistema económico neoliberal con participación en los mercados externos que sirviera para traspasar de un desarrollo comunitario a un desarrollo individual del sujeto, la consigna parece deslindar, si no teníamos al luteranismo tenemos un sistema económico ad-hoc al progreso individual. Y por otra parte legó una constitución amarrada, “los enclaves autoritarios”[4]abundaron, la intención era permear cuotas de poder que en el caso de perder el plebiscito funcionaran como equilibrio de fuerza, si bien inicialmente las condiciones de la nueva constitución eran absurdas con 20 senadores designados, el sistema político logró imponer un criterio inicial de acuerdos, siempre con el apoyo de la derecha democrática y el trabajo incansable de los partidos de centro izquierda por llegar con un discurso refundacional a la población.

Para Manuel Antonio Garretón la “transición terminada y democracia incompleta”[5] es la mejor manera de definir el proceso post dictadura, su postura señala que la transición feneció el 11 de Marzo de 1990, al ser elegidas las autoridades democráticas, sin embargo da espacio a debate y posteriormente señala la necesitad de no centrar la discusión en ese punto señalándolo como “discusión absurda”[6] y lo que debe guiar el devenir de la democracia en post de volverla más completa es un trabajo de acuerdos en los temas fundamentales que son los del diseño de estado a perseguir, sin embargo como es que deberían guiarse este nuevo modelo aparentemente se cae en la debilidad manifiesta de querer volver al antiguo régimen, vale decir, aquel sistema electoral proporcional de los tres tercios, sin embargo, parece ser la peor respuesta también. Cabe preguntarse y, ¿si el modelo binominal hubiese nacido en el seno del poder legislativo?, en otras palabras, si fuera un hijo legitimo. Tal vez nadie negaría su aporte al sistema de fuerzas pero esto es simple política ficción. Para Carlos Huneeus, la respuesta a estas preguntas podría ser cosa de tiempo, sobre un texto de análisis caso a caso Huneeus señala que, con posterioridad a 1988, “Chile avanzó en una dirección distinta a la democracia proporcional, siguiendo políticas que corresponde más bien al modelo consociativo.”[7]

Acerca de los enclaves autoritarios, es en este punto donde dos de los autores más relevantes que escriben sobre la transición han entrampado sus diferencias más substanciales, mientras para Manuel Antonio Garretón el tema de los enclaves es una grieta que vuelve más incompleta a la democracia tal como se utiliza en este trabajo; para Tomas Moulian, la democracia se ha tornado irreconocible, el modelo es autoritarismo disfrazado de democracia lo que llamaría en su texto el transformismo y estos enclaves no serían tales “considero que la idea de enclave es imperfecta, porque genera la impresión de un subconjunto aislado sin efectos en fondo o con efectos delimitados”[8] para Garretón el modelo es perfectible mientras para Moulian el modelo da asco. En ese sentido los enclaves autoritarios se han tornado en el peor enemigo de la democracia no permiten el avance real al estar interconectado con otros enclaves, lo que persigue un amarre entre ellos, desde esa perspectiva el cambio de régimen se torna a lo menos inservible, el cambio de estos enclaves debe pasar por una redefinición de las políticas tanto por partido como por la sociedad en su conjunto para Óscar Godoy este tema es de capital importancia para la obtención de la democracia plena “los enclaves del autoritarismo reconoce que aún hay algo que debe cambiar, para transitar hacia una democracia plena”[9] Nuevamente es Garretón el que parece tener más lógica en su análisis, el cambio cultural no sería de un día para otro por lo tanto hacer la distinción entre transición y no se torna un mero formalismo, lo que conviene es guiar que los procesos de desarrollo del modelo se produzcan sin importar si este proceso se cumplió.

Un Canto al son de las reformas:

Nada apetecería más a un presidente que dar una cadena nacional para señalar el termino de la transición, ese paso ya se ha dado en situaciones anteriores y este mes se refloto el tema, en el marco de la aprobación de un cincuentena de normas concordadas entre el oficialismo y la oposición, el presidente Don Ricardo Lagos Escobar, se mostró muy complacido con el termino de este proceso que venía arrastrándose “la transición ha concluido (...) Quince años atrás comenzaron los gobiernos democráticos y ahora podemos decir que la transición de Chile ha concluido”[10] la buena noticia contrasta con el alcance de la norma y es que el sistema binominal sigue comandando el destino de los chilenos, sigue existiendo el impuesto a las ventas del cobre a cuenta de las FFAA, si bien las normas modifican estrepitosamente el escenario previo tampoco nos encontramos en condiciones de señalar que la transición ha terminado y es más tampoco se da cuenta de la argumentación de Moulian, la concepción de la democracia transformista es totalmete obviada, situación a la que Tomas Moulian responde “una transición que es cerrada tantas veces con algarabía pero de manera muy efímera, (...), lo más probable es que ni siquiera haya comenzado, que todavía viva en la prehistoria.”[11]

Ideas finales, la luz del faro que guía el sendero:

Nada es absoluto en las Ciencias Sociales, pero este tema en especial resguarda aspectos adicionales de complejidad que no pueden ser abarcadas en un trabajo de estas paginas, sin embargo la intención de este ensayo se cumple a la plenitud, ya que nació con la idea simple de que otros autores hablaran a trabes de sus trabajos precedentes el hilo conductor no es más que la aproximación inconsciente del compilador a una de estas teorías, desde esa perspectiva cabe mencionar que al igual que Manuel Antonio Garreton y Carlos Huneeus, concibo el proceso de transición a la democracia como una situación ya vivida, sin embargo, con una democracia evidentemente perfeccionable y alejada de la tradición constitucional de occidente. Por tanto la teoría de la democracia real o plena y la del transformismo político son tomadas como vertientes de conocimiento, pero no como la idea fuerza en la que se construye este escrito.

Algo de las ideas acá expuestas se a encarnado en la medida que avanzamos en la explicación, sin embargo la comprensión completa del proceso es bastante más complejo, es por ello que en un inicio del texto se señaló que el propósito era construir una discusión breve pero de especialistas en torno a las ideas fundamentales que se han propuesto para la explicación del fenómeno.

Bibliografía

1. – Arendt, Hannah; “De la historia a la acción” Ed. Piados I.C.E de la Universidad Autónoma de Barcelona; Barcelona España, 1995.

2. – Arendt, Hannah; “The Origins of Totalitarianism” GEORGE ALLEN & UNWIN LTD London; Second Edition, United State of America, 1958.

3. – Cuevas, Gustavo; “Procesos de la Transición a la Democracia: Una Visión Personal” Revista Política Nº20, Instituto de Ciencia Política de la Universidad de Chile; Santiago Chile, 1989.

4. – Godoy, Óscar; Algunas Claves de la Transición Política en Chile” Estudios Públicos Nº38, del Centro de Estudios Públicos; Santiago Chile, 1990

5. – Godoy, Óscar; “La Cuestión de la Transición” Revista de Ciencia Política Vol. XVI Nº 1-2, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Santiago Chile, 1994.

6. – Garretón, Manuel A; “1986-1987. Entre la Frustración y la Esperanza. Balance y Perspectivas de la Transición a la Democracia en Chile” Documento de Trabajo Programa FLACSO, Publicada en Revista Análisis Nº57; Santiago Chile, 1987.

7. Garretón, Manuel A; “Discutir la “Transición”. Estrategias y Escenarios de la Democratización Política Chilena” Estudios Políticos Nº15, Documento de Trabajo FLACSO; Santiago Chile, Octubre de 1991.

8. – Garretón, Manuel A; “Transición Incompleta y Régimen consolidado” Revista de Ciencia Política Vol. XVI Nº 1-2, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Santiago Chile, 1994.

9. – Garretón, Manuel A; “De la Transición a los Problemas de Calidad en la Democracia Chilena” Revista Política Nº42, INAP- Instituto de Asuntos Públicos, Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Chile; Santiago Chile, 2004.

10. – Huneeus, Carlos; “La Transición ha Terminado” Revista de Ciencia Política Vol. XVI Nº 1-2, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Santiago Chile, 1994.

11. – Huneeus, Carlos; “Chile un País Dividido” Ed. CATALONIA, Impreso por Andros; Santiago Chile, Diciembre 2003.

12. – Huneeus, Carlos; “El Problema Constitucional de la Democracia en Chile. La Ausencia de una Genuina Constitución” Abstract Preparado en el Marco del Proyecto FONDECYT Nº1020790 y posteriormente Publicado en “Persona y Sociedad”; Santiago 2004.

13. – Moulian, Tomas; “Chile Actual: Anatomía de un Mito” LOM-ARCIS; Santiago Chile, 1997.

14. – Vergara, Jorge; “La Concepción de Democracia Participativa de Habermas” Revista de Ciencia Política Vol. XX Nº 1, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Santiago Chile, 1999.

Bibliografía Electrónica.

  1. – Maira, Luis; “La Transición Democrática en Chile” Nuestro Congreso, Congreso del Estado de Sinaloa. www.congresosinaloa.gob.mx; Sinaloa México, 2002.
  2. – Lagos Ricardo; “La Transición ha Concluido” declaraciones obtenidas del presidente mediante su visita oficil a Australia, www.lapresidencia.cl; Australia, 13 de Julio de 2005.
  3. – Moulian, Tomas; “El Cierre de la Transición Inexistente” artículo publicado en el mostrador www.elmostrador.cl; Santiago Chile, 18 de Julio del 2005.

Las Páginas fueron visitadas el 19 de julio del 2005.

[1] Moulian, Tomas; “Chile Actual: Anatomía de un Mito”pp32-33

[2] Godoy, Óscar; “La Cuestión de la Transición” pp13

[3] Garretón, Manuel A; “1986-1987. Entre la Frustración y la Esperanza. Balance y Perspectivas de la Transición a la Democracia en Chile”pp5

[4] Garretón, Manuel A; “Transición Incompleta y Régimen consolidado”pp24

[5] Garretón, Manuel A; “De la Transición a los Problemas de Calidad en la Democracia Chilena”pp184

[6] Garretón, Manuel A; “De la Transición a los Problemas de Calidad en la Democracia Chilena”pp185

[7] Huneeus, Carlos; “El Problema Constitucional de la Democracia en Chile” pp3

[8] Moulian, Tomas; “Chile Actual: Anatomía de un Mito”pp54 (nota al pie)

[9] Godoy, Óscar; “La Cuestión de la Transición”pp17

[10] Lagos Ricardo; “La Transición ha Concluido”

[11] Moulian, Tomas; “El Cierre de la Transición Inexistente”


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